Cuando juego, siento que la línea entre diversión y riesgo es muy delgada. Me emociona la posibilidad de ganar, pero también me preocupa perder el control y apostar más de lo planeado. En la
cool zino la presentación de los juegos y las herramientas de control me hicieron sentir que podía disfrutar sin dejar que la tentación me dominara, aunque aún dependo de mi autocontrol para no sobrepasar mis límites.